25.1.10

Chau al cigarro


Mi dependencia al cigarro es leve comparada con mis amigos más cercanos. Pero si tuve varias temporadas en las cuales me compraban al menos un cajetilla a la semana. Todo inició como juego. Cada que fumaba me sentía mareado -light headed-, un sentimiento chistoso.

Luego fue por cuestiones de baja autoestima, bastante patético la verdad. Cuando hice prácticas en Expansión y las temporadas que le siguieron, el cigarrillo, me sirvió para sustituir comidas. En exámenes finales y durante noches de desvelo funcionó como un estimulador "matente despierto, no cierres los párpados, prende otro, otro, otro y otro".

En etapas recientes fue por estrés. Me contaron que ese efecto relajante tiene poco (nada) que ver con la nicotina, alquitrán y otra basura del cigarro; que no. Tiene que ver con el hecho de que inhalas más aire. Ahí está el detalle.

Desde hace una semana y días no he tenido un antojo fuerte. En ocasiones me he encontrado con colegas del trabajo quienes me invitan del (antes delicioso) tabaco. Nops nada.

El lunes me reuní con Memo, Lala, Merola y Ariadna para tomar, jugar papelitos (fui Popeye y Betty la Fea) y cenar. Todos ellos son fumadores y durante cerca de cuatro horas predieron varios cigarros. Aunque hubo un momento de tentación, lo evité.

Insisto, este año varias cosas cambiarán para bien.


Sí, adiós Gabriel, creo que no te voy a extrañar [pronto].

1 comentario:

Olga Fabila dijo...

¡yo también! desde el 19 de diciembre estoy libre de tabaco.
No me ha costado trabajo, sencillamente no se me antoja, definitivamente es la mejor forma de dejar de fumar.
Felicidades a ti,
Felicidades a mi.