La primera vez que fui me compré unas playeras con pinturas de Dalí y un póster de los Beatles para la chica que me gustaba en la prepa (Gaby Vásquez)...
Maligna me cuenta que hubo una época en que darketos y skatos se peleaban a muerte, y que a ella la apedrearon...
La última vez que bajé en la estación Buena Vista del metro verde/gris fue hace casi 4 años, en esa ocasión me compré el Hola Chicuelos de Plastilina Mosh.
El sábado regresé para acompañar a Maligna a comprarse un vestido darketo para su concierto darketo de London After Midnight en el Circo Volador.
Tomé fotos, ella desayunó un helado de limón y juntos escuchamos a Enjambre mientras nos reíamos de un Gnomo gigante con caireles canosos, un brother forever de pareo y sandalias, y al tipo más drogado que he visto, sus pantalones le quedaban a media nalga y se caía en su viaje...
Cuando escuché a Enjambre me latió y mucho su primer sencillo de nombre Manía Cardiaca. Las rimas que componen la canción son bastante simples, no obstante logran transmitir el despecho y desamor dedicado a alguna terrible persona de mala calaña que devora corazones.
La voz de Luís Humberto Navejas recuerda al estilo de Napoleón, Sandro de América y las notas melancólicas de los Ángeles Negros, esto mezclando con un buenos ritmos de rock tiene una fórmula que puede asemejarse a Los Bunkers, pero con un estilo propio y definido.
Su disco El Segundo es Felino tiene para darle un lugar a estos chavos de Zacatecas como un lugar entre las propuestas de algo distinto dentro del rock mexicano.
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