Well it's been a long timesince I've seen you smileGambled away my frightTill the morning lights shine
No sabía que esperar de Beirut en vivo, un grupo que basa todas sus canciones en influencias de Europa oriental. Acompañado con un contrabajo (a veces un bajo electrónico), siempre con trompetas en distintas versiones sonoras, un acordeón -a veces triste otras festivo- y un lindo ukulele colado entre los demás instrumentos.
Durante todo el concierto mantuve una sonrisa de idiota enamorado. La entrega del grupo, su descrédito por la convocatoria de dos conciertos agotados en su primer visita a México, las personas cantando a la par, haciéndolas suyas.
No me sabía la letra de ninguna de las canciones, pero fue la misma emoción como si las supiera, intentando balbucear y repetir los coros.
La emoción fue recíproca entre grupo y público, uno de los puntos clave de lo que fue poco más de una hora de deleite musical. Y es que con el tamaño de letras que maneja, las palabras justas para sentir un escalofrío, que si no te emociona seguro algo en ti se muere.
Hace mucho no me sentía así en un concierto.
Gracias Beirut.
2 comentarios:
¡qué envidia juanelo! te la vives en el lado conciertil... ¡qué chido!
y qué bueno que lo disfrutaste a ese nivel.
Un abrazo
Jaja y sigo comentando como nueva blogadicta... Estás describiendo el mejor concierto de mi vida. Es el único concierto donde he llorado. Tienes un gran repertorio musical jaja.
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