4.2.09

Si los videojuegos fueran libros

Quien tuvo el nintendo gris de 8 -muy poderosos- bits entenderá el siguiente post.
Los demás habrán conocido mi lado más nerd.


La historia clásica (plagiada al cine con Stallone) de un boxeador de Nueva York en los 80 -cuando todavía se olía crimen y punk a cada esquina- luchando contra tipos del doble de tamaño y de cualquier nacionalidad.

Las consecuencias de querer jugar a Dios, una opción para los postmodernistas.

Nuestro plomero italiano deja su oficio de salvar princesas para tomar el volante de un bólido y convertirse en el campeón de la fórmula K.

Un chico que tiene que ganarse la vida aventando periódicos a casas ajenas, soportando los reclamos, las mordidas de perro y esquivando las alcantarillas destapadas.

2 comentarios:

Ricardo Otero dijo...

Mi infancia!!!

Juan Eme dijo...

jajaja si ya sé, hasta como quiere salir una lagrimita de nostalgia