Dispersión total sería lo primero que pienso luego de terminar de leer On the road. La dupla formada por Dean Moriarty (Allen Gingsberg) y Sal Paradise (Jack Kerouac) vive al ritmo desenfrenado de una sesión de jazz llena de un sax rico en Charlie Parker, otro tanto más en la trompeta de Dizzy Gillespie y el bebop de Thelonius Monk.
El libro va de una constante ida y vuelta a lo ancho de Estados Unidos, recorriendo los extremos más populares de Nueva York a San Francisco (Frisco). Aunque estos son simples puntos de referencia para Kerouac, porque la verdadera vida americana está en Nueva Orleans, Kansas, Denver...
La única fidelidad entre las páginas de On the road es para la vida, el momento y nada más. Mujeres son apreciadas por igual tanto para Dean como Sal, tal vez el segundo crea en una sola pero eso no le impide dejarse llevar por todas y cualquiera sin discriminar.
Para leer On the road hace falta mucha cafeína para seguir la corriente de los protagonistas quienes no se detienen a pensar, porque en la carretera hay tiempo para contemplar el paisaje pero no analizarlo.
La visión de Dean Moriarty es refrescante porque todo lo ve con ojos nuevos, como una constante improvisación de jazz.
Incluso un breve viaje a México nos brinda una perspectiva amable que les brindan los ojos café de la gente, el baile, las chicas, la marihuana...
No hay comentarios:
Publicar un comentario