11.2.10

Desventuras I

Con Cupido sobrevolando, cual un ave de presa, sobre todos los incautos recordé dos eventos que no tienen relación en absoluta con San Valentín, ni son de amor.

El primero tiene que ver con la única pelea a golpes que he tenido. Corría el año de 1997, en la radio sonaba Maná (porque Oaxaca nunca ha tenido una programación decente en el FM) yo escuchaba el Mechanical Animals de Manson y en MTV todavía pasaban videos musicales (como The Sweetest Thing de U2 o Only When I Lose Myself de Depeche Mode).

Mi corazón se deprimía por Bárbara, la niña más guapa de la secundaria, (y de todo Oaxaca para el caso) mientras escuchaba una y otra vez el tributo a José José.

Pero yo sabía que no me haría caso. Así que opté por buscar a una, dos, tres... varias de sus amigas para salir. Y funcionó, Ángeles me cerró el ojo, lo malo es que tenía novio, quien era un buen cuate pese a ser un año menor a mi.

Cada dos o tres días le marcaba por teléfono a Ángeles, por varias horas platicábamos de cualquier tontería.

Así pasaron unos meses hasta que su chavo, mi cuatito, Eduardo, me dijo que habían cortado. No dejé pasar dos segundos antes de pedirle que anduviera conmigo.

Bien pues todo reslutó una trampa para ver que tan buen amigo era. Nunca cortaron.

El siguiente paso fue ponerle una fecha a nuestro combate y lugar. Ambos sabíamos que era como a las 6 de la tarde, atrás de la escuela. Les comenté a mis amigos y me dieron una palmada con un "buena suerte, no dejes que te pegue demasiado".

Mientras caminaba al lugar sólo sentía miedo, pero ya lo dijeron los Flaming Lips "when would be the time that you would stand up and be a man".

A Lalo le acompañaron tres amigos, a echarle porras, burlarse de mi o detenerlo -en caso de que se convirtiera en una bestia y no dejara de golpearme-, nunca entendí.

Iniciamos.

Intenté darle un par de patadas, un puñetazo al aire y...
Nomás sentí como sus nudillos encontraron mi pómulo.
Después paró. Le di pena, se dio media vuelta y se fue.

Una semana después volvimos a ser amigos. Mi mamá se enteró a través de la mamá de Lalo, porque ella era su paciente.

Fin.

Epílogo: no me he vuelto a pelear.

4 comentarios:

Blythe Doll dijo...

He escuchado historias similares, tantos chavos que se pelean por una chava y después se dan cuenta de que la amistad es mucho más importante que un ligue.

Saludos.

Ricardo Otero dijo...

A mi me pasó algo chistoso. Mac y Mau conocen a C el mismo día en el mismo evento. Mac y Mau le hacen ojos, y ella les hace ojos, sí, a los dos, y Mac y Mau perciben la situación. Se plantea una "pelea de caballeros". A la semana, Mac se hace a un lado, quién sabe por qué, su sexto sentido, dice él. Ese día, Mau empieza a andar con C. Mac y Mau siguen siendo tan amigos como siempre. Al mes, C le pone el cuerno a Mau y éste la manda a la chingada.

Mac y Mau, años después, siguen siendo amigos, jamás se han puesto un dedo encima. Y C, mmm... creo que ya hasta vive en otro país.

Juan Eme dijo...

Así es mi buena Blythe Doll como bien dicen los gringos: bro's before hoe's. Yo la aplico incluso con algunas amigas que quiero como bro.

Mac: está buena esa historia para tomar nota y usar la fórmula si alguna vuelve a pasar.

Lala Mágica dijo...

Jajajajajaja épico "incluso con algunas amigas que quiero como bros", te va a leer y te va a pegar.