La nota rosa

[Estoy muy cansado como para pedir disculpas por no escribir]

So always look for the silver lining,

And try to find the sunny side of life.

B.G. DeSylva

Escrito lo anterior puedo afirmar que luego de dos semanas llegué al quinto paso. Primero vinieron las burlas seguidas de muchas carcajadas -cortesía de Grillo- y el apoyo incondicional de toda mi banda cercana. Porque al final mi trabajo no define quien soy.

Volver al Alma Mater y encontrarme a amigos y conocidos fue mucho mejor de lo que creí.  En particular por temor a pasar la vergüenza de encontrar a alguien (que me cayera mal) a quien le estuviera yendo mejor (e.g. un trabajo envidiable al lado de Carmen Aristegui), lo cual sucedió. Pero el monstruo verde -baila el mostro, baila el mostro...- se quedó quieto, y en su lugar pude felicitar al becario-reportero de mi amada periodista.

Algunos factores que suavizaron la llegada a la sección de sociales son:

1. Mi jefa, quien acaba de ascender a su actual puesto, antes cubrió las rudeza de Calle del Puente, por lo que sabe lo que es estar en mi lugar.

2. Los fotógrafos quienes son la pura onda y quienes tienen los pies bien plantados a la realidad.

Así es como inicia lo que veo como un 'experimento sociológico' en el cual tendré acceso a otra cara de la sociedad chilanga, una que está reservada a familias de abolengo y nuevos ricos.

La música, los libros, la tele y otros quehaceres del ocio de este blog quedan en relativa pausa para pasar a crónicas y narraciones de otra [su]realidad de la capital con las respectivas migraciones ocasionales a la costa y/o centros vacacionales aledaños al valle de la Gran México-Tenochtitlan.

-Hit it Chet!