29.7.09

25 años

A un cuarto de siglo probablemente no tengo la mitad de logros que otras personas a mi edad. Algo así como lo que hizo Homero cuando se comparó con Tomás Alva Edison.

Cuando entré a la carrera de periodismo me hacía tirando periodicazos a todos los políticos de mala calaña. Luego opté por una posible corresponsalía de guerra, por la emoción.

Luego un día supe qué quería hacer, a qué quería dedicarme. Habrá sido un muy buen día de una semana cualquiera y le conté a mi mamá.

-Ya sé a qué me quiero dedicar

-¿A si, y qué va a ser?

-A hacer feliz a la gente

-¿Cómo?

-Si, a hacerlos reír y sonreír

-No mames pinche J. ¿Para eso te estoy pagando la millonada de colegiatura?

-Gegege, es broma, si haré algo más relacionado al periodismo [...]

A los siete años mis opciones de carrera profesional eran cómico, ventrílocuo, mago o caricaturista de tele o cómic. Todo apuntado a entretener a la gente.

Mis dibujos eran chafas comparados con los de un compa que hacía cómics de Freddy Kruguer, entonces desistí de ese camino pronto.

Me compré libros de chistes, incluyendo uno para ventrílocuos, en el cual se complementaban diálogos entre el muñeco y el humano.

Intenté con diferentes trucos de cartas y monedas, pero al final siempre hubo algo que me delataba como falso ilusionista. Alguna vez de chavito usé mi mantita para desaparecer una figurita que le habían regalado a mi mamá. La envolvía y la aventaba, envolvía y aventaba... unas tres veces hasta que 'desapareció'. Luego me di cuenta que había una ventana abierta. No comenté nada acerca de mi mantita mágica por seguridad propia.

Luego opté por algo más práctico: quería ser millonario. Pero me contaron que eso implicaba mucho trabajo.

No sé cómo medir los 'logros' a los 25 años de edad. Tengo un amigo casado y con hija, otro que está comprometido, todos trabajando y ganando el doble que yo, otro que está en Río de Janeiro con su novia/alma gemela, otro que trabaja para una galería en Valencia con su Piolín.

Creo que seguiré insistiendo en eso de repartir y compartir buen humor. Aunque a últimas fechas he sido más egoísta que de costumbre, una mala persona, caradura y un hijodeputa.

Pero intentaré aplicar la del chico mal dibujado en el año de la rata.




Ese sería un buen trabajo. Eso y reseñar conciertos y festivales.

3 comentarios:

Ricardo Otero dijo...

Me hiciste releer lo que escribí cuando cumplí 25. Mi visión era un tanto más deprimente que la tuya. O un mucho.

A tres años y pico de distancia te puedo decir que el escenario es mucho mejor, te vas a divertir bastante. Y si de entrada llegas con esta actitud, ya la hiciste.

Felicidades (no sólo por el cumpleaños).

Lala Mágica dijo...

Monjaaaaaaaa....

Yo creo que hacer feliz a la gente debe ser el trabajo más chingón del mundo, pero eso no es lo que venía a escribir aquí.

Respira profundo y gózalo. Es cierto, se pone mejor. Lo bueno de todo es que tú no traes crisis del cuarto de siglo, o al menos no tan visible.

Mientras tanto diviértete y vívelo con todo, que para eso estamos en este chingado mundo, para agarrarlo a mordidas.

Yo estaré brincando de gusto por verte volar y te daré Alka Seltzers para sobrellevar las bebidas de colores.

Beso.

Enrique F. A. dijo...

Mi estimado Juan, me encantó tu entrada.
Yo estoy aún a año y medio de los 25, pero con tu entrada y los sucesos que me están ocurriendo ahora, me pongo a pensar. Tú querías ser alguien que hiciera feliz a la gente, y es probable que los estés alcanzando.
Yo alguna vez tuve sueños infantiles que probablemente me lleven a lo que finalmente después de muchos cambios espero alcanzar.
Te mando un abrazo, ¡excelente entrada!