De todas las festividades del año el 31 de diciembre es indiferente para mi. Nunca ha sido especial, lo cual no quiere decir que la pase mal, sólo que hay otras celebraciones que prefiero, como día de muertos -mi día favorito de todo el calendario-.
Durante la infancia fue relativamente divertido, por lo que implicaba tomar sidra y darle un traguito al chupe de los tíos impertinentes. Eso y que después del brindis-cena quemábamos cohetes, mismos que se compraban de manera ilegal, siempre con la expectativa de escuchar las explosiones y colores (lo cual me ganó una mano quemada alguna vez).
Pasado ese evento no quedaba más que esperar a que los grandes se embriagaran y bailaran. Aunque quisiera seguir mi fiesta, mis primitos quedaban dormidos y sin ganas de hacer nada.
Posteriormente llegaron los años en los que celebré a mi modo, con mis amigos, ahora yo el alcoholizado sin ritmo que destrozaba las pistas de baile, mientras intetaba ligar. Todo esto hasta a llegar cerca de las 8am a casa.
Y aunque suena divertido, tampoco me emociona la cuenta regresiva, las felicitaciones, los rituales y atragantarte 12 uvas por cada campanada. Los propósitos se me hacen bastante inútiles, al menos yo nunca he logrado alguno de mis cometidos, sea por olvido o desidia.
Hace como 7 años leí la anécdota de un periodista alemán, quien asistió a una peculiar celebración de año nuevo. El primer requisito es que estuvieron prohibidos todos los relojes, en la casa no hubo tele ni cualquier forma de enterarse de la hora. El propósito de esto es simple puedes celebrar el año nuevo a la hora que quieras y de la forma que quieras, sin restricciones de nada. Lo mismo te puedes dormir a la hora que quieras.
Y de cena basta de bacalao, pavo y sobras de navidad. Simple es mejor, de ahí que si por mi dependiera sería una carne asada (costillas, arrachera, cecina enchilada, tasajo, chorizo, etc.).
Por eso alguna vez lo celebraré a mi modo. En una playa o un casa en medio del bosque. Mucha música, gente alegre, sin reglas de cómo celebrar. Una fogata para asar la cena y suficiente licor para animar a la gente.
Estimado lector, si a usted le gustaría unirse a este -futuro- peculiar festejo deje un mensaje en este post. También acepto otras sugerencias.
Lo mejor para 2010 y que la pasen muy bonito con sus familias, amistades y significant-others.
[Eso si el 2009 lo recibí a balazos y quemando una piñata de Chris Martin]
Durante la infancia fue relativamente divertido, por lo que implicaba tomar sidra y darle un traguito al chupe de los tíos impertinentes. Eso y que después del brindis-cena quemábamos cohetes, mismos que se compraban de manera ilegal, siempre con la expectativa de escuchar las explosiones y colores (lo cual me ganó una mano quemada alguna vez).
Pasado ese evento no quedaba más que esperar a que los grandes se embriagaran y bailaran. Aunque quisiera seguir mi fiesta, mis primitos quedaban dormidos y sin ganas de hacer nada.
Posteriormente llegaron los años en los que celebré a mi modo, con mis amigos, ahora yo el alcoholizado sin ritmo que destrozaba las pistas de baile, mientras intetaba ligar. Todo esto hasta a llegar cerca de las 8am a casa.
Y aunque suena divertido, tampoco me emociona la cuenta regresiva, las felicitaciones, los rituales y atragantarte 12 uvas por cada campanada. Los propósitos se me hacen bastante inútiles, al menos yo nunca he logrado alguno de mis cometidos, sea por olvido o desidia.
Hace como 7 años leí la anécdota de un periodista alemán, quien asistió a una peculiar celebración de año nuevo. El primer requisito es que estuvieron prohibidos todos los relojes, en la casa no hubo tele ni cualquier forma de enterarse de la hora. El propósito de esto es simple puedes celebrar el año nuevo a la hora que quieras y de la forma que quieras, sin restricciones de nada. Lo mismo te puedes dormir a la hora que quieras.
Y de cena basta de bacalao, pavo y sobras de navidad. Simple es mejor, de ahí que si por mi dependiera sería una carne asada (costillas, arrachera, cecina enchilada, tasajo, chorizo, etc.).
Por eso alguna vez lo celebraré a mi modo. En una playa o un casa en medio del bosque. Mucha música, gente alegre, sin reglas de cómo celebrar. Una fogata para asar la cena y suficiente licor para animar a la gente.
Estimado lector, si a usted le gustaría unirse a este -futuro- peculiar festejo deje un mensaje en este post. También acepto otras sugerencias.
Lo mejor para 2010 y que la pasen muy bonito con sus familias, amistades y significant-others.
[Eso si el 2009 lo recibí a balazos y quemando una piñata de Chris Martin]
It’s our time sweet babe,
To break on through.
It’s the year to hated,
So glad that we made it,
’Cause all the kids in the street,
Whisper sounds that sweet,
The stars under their feet,
Well it’s the year to be hated …
One! Two! Ready? Go!
It’s our time! Our time!
Our time! Our time!
Our time! Our time!
Our time, to be hated!
Alright, to be hated, oh, oh, oh.