My Friends

Un corazón roto es lo peor. Es como tener las costillas rotas. Nadie puede verlo, pero duele cada vez que respiramos.

Schiller

Luego de una ruptura llega el dolor y no hay receta que sirva de inmediato. Porque es un proceso en que hay que entender que reanimar a un corazón no es tan fácil como quisiéramos.

Pero hay formas de evitar caer de manera precipitada, con ese putazo que te hace perder la dimensión de la realidad.

Ahí es cuando debemos echar mano de los amigos, las personas a quienes llamarías desde la cárcel o el hospital.


En mi caso fueron los Copacabana Suicides, mi grupo de amigos de la universidad. Merola, Ariadna, Memo y Lala, todos ellos me dieron la fuerza para llorar a moco colgado, y darle una perspectiva distinta. 

Bebimos mezcal, me dejaron poner mi playlist de dolor, para cantar entre todos Té Para Tres. Ariadna me abrazó fuerte, Memo me arropó, Merola me guió, Lala me ayudó con el espíritu. Esa noche decidimos que somos una familia.

No tengo manera de agradecerles el apoyo.


Otra persona fue Dianita, una de las personas más hermosas que conozco. No solo por sus grandes ojos verdes, sino porque la admiro en su totalidad. Es una de las periodistas más apasionadas y como tal se entrega en su trabajo. Pero además tiene en equilibrio su corazón para las personas que la rodean; sus papás, su hermano y sus amigos. Y esta descripción no se aproxima a explicar lo buena que es.

Una plática con ella fue me dio más fuerza para no dejarme a la deriva. Me volvió a abrir los ojos, los consejos necesarios para secar mis lágrimas.


Ella escribió en su blog que todos necesitamos de personas que son escudos. Ella es la aleación más fuerte y en verdad es un privilegio poder contar con ella. como amiga También me regaló una pulsera, para recordar que, pese a todo, siempre hay algo para dar gracias.

Todavía me falta mucho para sanar y unir toda la pedacería de mi corazón. Pero con ellos mi carga será más ligera. Porque me rehuso a terminar como Palito de Pan.

Para ellos estas canciones.

Mi consejo es que, si algún día pasan por una situación similar, tengan a la mano la lista de teléfonos para hablarles.

Gracias por todo. Los quiero mucho.